miércoles, 29 de febrero de 2012

ENTREVISTA, por Laura Vazquez y Diego Agrimbau

Ultima parte de una extensa entrevista realizada a principios de 2002, mayoritariamente inédita.


9. El camino de la formación

-¿Cuál es el camino ideal que debe seguir un historietista?

- Hay escuelas, pero ahora están devaluadas. Todos los dibujantes que aparecían en los años setenta salieron de la Escuela Panamericana de Arte, era una buena escuela. Actualmente, cambió el sentido del porqué se hace una escuela de dibujo. La mayoría abre una escuela o da clases porque necesita unos mangos extra, esto no quiere decir que no haya dibujantes que enseñan por pura vocación, pero son pocos. Otro problema es que se enseña a dibujar de maneras que ya no sirven. Acá no hay dibujantes que trabajen para el mercado de Francia, un mercado con muchas exigencias. Ya están hechos para mercados como el norteamericano, el español, a lo sumo el italiano. Algunos de los más jóvenes se están rozando con la escuela francesa, es el caso de Juan Bobillo. Pero él se avivó en una etapa en la que estaba en formación. En cambio, los más viejos no tienen retorno. Les mostrás las cosas pero no les entra. La continuidad es algo que sólo hay que tener en cuenta en el cine, para la historieta no cuenta. Un buen editor francés te puede llamar para decirte que el sol sale del otro lado porque estás en una ruta, con auto, amanece y vos vas desde Seattle a New York y te equivocaste, el Este tiene que estar del otro lado, todas las luces y sombras están mal puestas.
A mí me pasó hace poco esto con Casterman, un editor belga, el de “Tintin” y el “Corto Maltés”, para el que escribo una historieta que dibuja Walter Fahrer: El personaje llega al aeropuerto de Berlín y toma un avión muy temprano a la mañana hacia París. Fahrer dibuja un avión de Alitalia, el editor llama y dice: “Alitalia vuela a la tarde, a la mañana vuela solamente Lufthansa. Como en el cine, en el que el editing de la película es fundamental, para los editores de historieta a la francesa también es muy importante que se tengan en cuenta todos los detalles de documentación. Y si la historia pasa en Venecia, tenés que conocer todo o tener mucho material sobre esa ciudad. Y si hacés una historieta fantástica, los lugares por los que se mueven los personajes tienen que ser completamente verosímiles. Si querés inventar un mundo, inventalo, pero inventalo bien. Hacé que el lector te crea.

-¿Es un problema, o una limitación de nuestra educación historietística?

- En nuestro país creo que hay un problema de educación hasta en los debates del Congreso. ¿Vieron que hasta los discursos son chotos?. Caen en lugares comunes. No dicen nada importante. Lo ves en los movileros, en el cine, en la calle. Estamos pensando demasiado poco, me parece.

-¿Nunca quiso incursionar en la literatura o en el cine como otras posibles narrativas?

- No. Mejor hacer bien lo tuyo. Hace poco veía a un par de dibujantes que dibujan como dibujaba Breccia en su última etapa, cuando había ya atravesado el realismo, la ruptura, la síntesis. Para dibujar como Alberto Breccia en esa etapa, creo que da la impresión de que no tenés que saber dibujar muy bien ni la perspectiva, ni los rostros, porque todo se soluciona con juegos de luces y sombras, con artificios. Pero Breccia o Picasso cuando hacían cosas extravangantes las hacían después de haberse aprendido y practicado la figura, la luz y la perspectiva. Breccia para hacer manchas primero hizo “Vito Nervio” y después “Sherlock Time” y luego “Mort Cinder”. Lo mismo Picasso, que fue realista en sus primeras pinturas y era un realista del carajo. Entonces, antes que nada tenés que saber copiar la realidad. Saber dibujar un objeto, ponerlo en perspectiva. A Nine lo ponés a hacer un figurín con un traje de novia o una mano crispada fotográfica y seguro que hace ambas cosas a la perfección. Cuando Durañona se lanzaba a posiciones más experimentales era porque había pasado por la escuela básica. Me da la impresión de que esto no es así ahora, no hay formación académica, los pibes se hacen los “artistas” con dos pinceladas y eso tiene que ver, probablemente, con la pereza de los profesores. La vieja escuela te instaba a pasar, rigurosamente, por lo más básico.

- ¿Qué pueden esperar los jóvenes historietistas?

- La nueva generación de pibes que hacen historietas no tienen medios de expresión en los que insertarse, pero tampoco los generan. El cómic en la Argentina se va convirtiendo en una secta. Vos sacás una revista y te leen los quinientos tipos que sabés que te van a leer. Además, en retribución porque te leyeron, a muchos de ellos los vas a tener que leer vos, porque ellos también escriben o dibujan. ¿Cómo hacés para interesar a un público más masivo?...no tengo la menor idea. Hace un tiempo me llamó un italiano y me dijo que quería una historieta mía para ponerla en el visor de los teléfonos celulares. Es una nueva, nunca la había escuchado pero, por ahí se trata de eso, de hacer que la historieta circule por soportes nuevos, medios que están en la efervescencia del desarrollo. ¿Por qué todo tiene que seguir en el papel?. La posibilidad laboral de los más jóvenes, está afuera y adentro al mismo tiempo. Podés editar allá y vivir acá, pero no a la inversa. La tarea de autor internacional te hace perder un poco de identidad, a lo mejor le estás hablando a gente que piensa muy diferente a tu gente, pero tenés trabajo. Y a partir de ahí, en una de esas, te podés dar el lujo de editar acá alguna cosa que te interese.
El otro día me preguntaba dónde ocurren mis historias y la verdad es que no lo sé. Hay historias que son así: “día-ciudad” y no “Berlín a las nueve de la mañana”. Yo siempre estoy tratando de vender material de mi ciudad, pero es muy dificil. Hice una historieta en Italia hace poco tiempo y me llama el dibujante para preguntarme dónde ocurre la historia. Y le digo “¡no tengo la menor idea!”. Me parece que me abstengo de pensar en dónde pasan mis historias. Y eso es difícil porque el lugar siempre es importante. Y mi lugar, cuando escribo, está acá, sin ninguna duda.

10. La autoedición: sus límites y posibilidades


- ¿Qué es lo primero que hay que tener en cuenta a la hora de querer editar una revista propia?

- Saber que seguro que vas a perder dinero. Cuando yo editaba mis revistas, siempre había alguna forma de conseguir adelantos del distribuidor, es decir, conseguíamos financiación para el papel y la impresión. La única vez que perdímos dinero con el pobre Meglia fue haciendo Cybersix. Pero no me arrepiento de esa experiencia. No sabría dar cifras exactas, pero creo que pusimos dos mil pesos y recuperamos mil doscientos En resumen, lo primero que tenés que tener en cuenta es que una revista la hacés por ego. Que autoeditás porque es algo que te gusta mucho. En definitiva, es como dijo Dolina una vez: uno se levanta minas para contarle a sus amigos. Muchos que autoeditan lo hacen como si editar fuera levantar minas y de esta manera tienen algo importante para contarle a sus amigos. Otros, autoeditan porque quieren ser en el futuro como Kafka y otros simplemente autoeditan porque la marginalidad los hace más sensibles, más libres y eso por ahí es muy bueno...

- Si tomamos ejemplos de proyectos comerciales y masivos vemos que muchos han fracasado. ¿Qué hace que las condiciones sean tan adversas para la edición industrial de la historieta nacional?

- El problema es que cayeron los lectores masivos. La fragmentación del público hizo que muchos géneros desaparecieran o estén en vías de extinción. Hoy sobreviven pequeñas revistas especializadas, los muy fanáticos de la historieta las buscan, las siguen, pero no se suma nueva gente como para crear un movimiento alrededor de lo nuevo que la historieta puede ofrecer. Las historietas en algún momento de su historia perdieron la brújula. No sé a quién podemos echarle la culpa. ¿A los autores? ¿A los editores? ¿A los lectores? ¿Al mercado?. Todos en parte tienen que ver con su caída. El mercado es impredecible. Nadie hoy día puede decir: este producto va a funcionar. Cuando salió la revista Anteojito, una publicación por la que nadie daba dos mangos, se produjo un cambio. Nadie pudo adelantar el poder de influencia que tenía la televisión sobre los chicos. Los chicos querían la revista porque a Anteojito ya lo conocían en la pantalla. ¿Qué es lo que hace Billiken inmediatamente después?. Se nutre de la experiencia de Anteojito y vende tres veces más con utilizando la misma fórmula. Es fácil, sólo había que poner al Mono Relojero en la televisión y convertirlo en su personaje de tapa. A las revistas de historietas nunca las hicieron editores grandes, siempre fueron editores que vivían de las historietas, que las amaban, que las entendían. Editorial Abril que nació haciendo revistas de historietas, el día que sacó la revista femenina Claudia vendió sus títulos de historieta a otro. La editorial se dio cuenta que el mercado de la publicidad era rentable, que se recauda más poniendo avisos que aumentando la tirada de ejemplares. Una empresa pone su aviso en una revista para mujeres, no en una revista de historietas. Las historietas nunca tuvieron avisos, a excepción de aquellos del tipo: Academias para ser Detective.

- Entonces...¿cuál es la salida?

- No voy a decir ninguna genialidad. Yo creo que hay que seguir probando, algún día alguien hará otro Eternauta y apasionará a millares. En el Eternauta original leías, de algún modo, algo que estaba pasando o que iba a pasar. Era una historieta liberadora. Creo que faltan historietas liberadoras. Sin embargo, a pesar de todo, se ven historietas vivas en muchos lados, el manga es un ejemplo de ello. Tiene cosas notables. Los yanquis también siguen haciendo cosas interesantes. Todos los productos de la serie Vértigo, Preacher, Neil Gaiman, Alan Moore, Daniel Clowes. Todos estos grandes autores trabajan fuera del circuito de superhéroes, se alejan de esos temas remanidos y siguen buscando cosas nuevas. Y cuando se meten con los superhéroes lo hacen para modificarlos, para provocar al lector a pensar algo distinto. Pero lamentablemente, acá no se hacen cosas muy buenas. He leído algunas historias del Cazador. Apeló a algunos recursos interesantes, pero en cuanto se le acabaron las puteadas y esa cosa del lenguaje juvenil y de meterle granadas en el culo a la gente, se desinfló. Caballero Rojo, ¿es una parodia de los superhéroes?, no sé sí está hecha en serio o en broma. Por ahí si fuera en broma sería más divertida. Yo no podría escribir Cazador, no sabría cómo hacerlo. Evidentemente ellos han sabido ser efectistas y enganchar a un público joven, aunque por un tiempo muy breve, pero la abundancia de lectores en estos géneros populares sirven para asegurar la subsistencia de las revistas. Pero la venta sirve sólo para durar en el tiempo, la calidad de las cosas no tiene que ver con que te lean mucho o te lean poco. Los peores episodios de Batman deben ser mucho más leídos que los mejores episodios de Death. Y eso no significa nada. O nada importante, en definitiva, para dejar de hacer lo que te gusta.

2 comentarios:

  1. Marcelo Di Lisio2 de marzo de 2012, 5:26

    Es muy bueno el material que están compartiendo. Acabo de terminar la entrevista hecha por Luca Lorenzon y es excelente. Trillo responde siempre con ganas de contar cosas, siempre va un poco más allá de lo que le preguntan. Debió haber sido un tipo genial para charlar tomando un café.
    Ahora acabo de empezar la entrevista de Laura y Diego.
    Felicitaciones por el blog.

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  2. Excelente toda esta entrevista que ya he terminado de leer, amo a Trillo, me encanta pero no estoy de acuerdo que diga que Columba es basura, eso es lo único que me molesta, después el resto un grande, se nota que tenia humildad y amante de lo que hacia!!!!!

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