martes, 4 de septiembre de 2012

PERIPECIAS DE UN DETECTIVE, por Andrés Valenzuela

Irish Coffee puede leerse como cualquier otra serie con misterios sobrenaturales o como algo mucho, mucho más interesante. Los elementos habituales del género están ahí: el detective joven, fachero pero de dudoso pasar económico, los aliados en la comisaría, las mujeres voluptuosas, las víctimas de fantasmas, los aparecidos y los poderes extraordinarios que salvan el día. En ese sentido, como muchas de las historietas que hacía Carlos Trillo, ésta es, a la vez, suficientemente clásica y moderna a la vez como para cautivar a un público amplio.
Sin embargo, el excepcional trabajo que Trillo hizo con su tocayo Meglia puede tener otras lecturas. Irish Coffee es una serie de pequeños relatos en los que el pasado, sobre todo el amoroso, vuelve para hechizar los sueños de los personajes. El único “caso” de Coffee que no se atiene a esta regla es el primero, en el que conoce a quien será su pareja, y que tiene de fondo la idealización de las obras de arte.
Aquí la dupla cuenta las peripecias del personaje que le da nombre a la obra, un detective pelirrojo con ciertos dones que Trillo jamás se molesta en explicar, pero que le permiten comunicarse a la distancia con otras personas y entrar en comunión con las criaturas sobrenaturales. La violencia, sin embargo, apenas ocupa lugar en el relato. El gran mérito de la historia es saber explorar en pocas páginas la psiquis de los personajes involucrados y –quizás con algo de simpleza– enfrentarlos a su pasado para obligarlos a ponerse en paz con él.
Desde lo gráfico, los dibujos de Meglia vuelan. El artista de Quilmes (1957-2008) se caracterizaba por una impronta con grandes influencias del dibujo animado, cosa que le trajo en su carrera tanto detractores (los menos) como seguidores incondicionales (los más). El compañero de Trillo solía crear personajes de rasgos estilizados, de estilo cartoon, que aquí también aparecen. El color, en tanto, es responsabilidad del equipo de la editorial (Napoleones sin batallas), a partir de las bases sentadas por el propio dibujante y aprobadas por Trillo antes de su partida, en mayo del año pasado.
Originalmente, la historieta fue serializada en Europa primero, en Argentina después, entre fines de la década del ’80 y comienzos de la siguiente. Este fue de los pocos trabajos que los fanáticos de la dupla pudieron disfrutar plenamente en edición argentina. Otras colaboraciones del equipo, como la exitosa Cybersix, no fueron publicadas por completo en el país. Esta recopilación, sin embargo, trae varios elementos que la hacen atractiva en sí misma. En primer lugar, cuenta con un episodio inédito en el que Meglia trabajó con su equipo de asistentes. En segundo lugar, seguramente se trata de la edición más fastuosa que la historieta argentina vio durante el año pasado.
El libro de Irish Coffee es, por sí mismo, un objeto excepcional para el común de las ediciones locales. No sólo por su apariencia (tapa dura, un papel de gramaje descomunal, gran calidad de impresión y un tamaño que permite disfrutar el dibujo de Meglia a pleno), o por los dibujos y homenajes de artistas especialmente invitados para la ocasión. Sino, sobre todo, porque la gente de Napoleones sin batallas innovó en otro aspecto: el digital. Repartidos por el libro, en separadores, prólogos y notas es posible encontrar los ya omnipresentes cubos de “código qwerty”, que permite al afortunado comprador acceder a material extra recurriendo a una aplicación en un smartphone. En general se trata de videos y entrevistas a los autores que la editorial compiló con la ayuda del equipo creativo del film Imaginadores (Daniela Fiore, 2008), que documentó la historia reciente de la historieta argentina. En suma, una joyita de colección.

Publicado originalmente en Página/12, el 28/01/12.

2 comentarios:

  1. Siempre me he agradado ese estilo tan peculiar de Meglia.

    Quería decirte que tu blog es una maravilla, gracias a ti he descubierto historias antiguas como las que Trillo hizo con Salinas (qué gran dibujante, y pensar que no lo conocía), y muchas anécdotas sobre el genial guionista argentino.

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  2. Aunque más bien debería decir gracias a ustedes, a todo el equipo responsable del blog.

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