miércoles, 3 de octubre de 2012

UNA REVISTA FRESCA Y UNA HISTORIETA PODRIDA

Primera parte de un artículo escrito por Carlos Trillo y Guillermo Saccomanno para la edición argentina de El Eternauta (remake de Oesterheld y Breccia), publicada en 1982 por Ediciones de la Urraca.

La revista Fresca
El 29 de mayo de 1969, en la tapa de la revista Gente estaba Roberto Galán muy sonriente y rodeado por sus cinco secretarias (Joyce, Gladys, Jorgelina, Dorita y Celia).
En el interior (de la revista) se anunciaba que el gran éxito discográfico argentino era el tema de Los Náufragos “Otra vez en la vía”, que el libro argentino más leído era Yo también fui un espermatozoide, de Dalmiro Sáenz, que mucha gente veía a Nicolás Mancera, que Pier Angeli estaba en Buenos Aires y les concedía un reportaje muy exclusivo, que Marisol se casaba con un tal Carlos Goyane. Además José Larralde merecia un reportaje:

¿Las suyas, son canciones de protesta?
No sé si Ilamarlas asi. Son canciones sociales, porque todo en la vida tiene que ver con la sociedad, con los demás. De las canciones de cuna en adelante, Los porteños no piensan que autores como Discépolo, por ejemplo, componían cosas más fuertes que las mías. Si yo uso la palabra "cogotudo " no estoy hablando solamente de los ricos. Puedo hablar de un capataz de estancia que no se porta bien porque desea agradar a sus patrones. Mire: la protesta va a existir siempre porque la justicia absoluta no va a darse nunca.

En el interior (de la revista) se ponían frente a frente Enrique de Gandia, historiador ultraliberal y Pepe Rosa, historiador revisionista:

¿Fue Rosas un tirano?
DE GANDIA: Si, sin vueltas. Sangriento.
ROSA: Fue el gobemante más popularmente elegido de Buenos Aires.

En el interior (de la revista), se ponderaba a "Funny Girl", película yanqui con la Barbra Streisand, se hablaba de la crisis universitaria, se publicaba esta perla de la publicidad argentina:

TITULAR: Amo el Oro, lo quiero. Me gusta, me fascina... me hace feliz.
TEXTO: Me gustaba levantarme tarde y mirar por la ventana para encontrarme con los bosques de Palermo. Me gustaba bañarme en agua tibia y después elegir un traje de seda italiana.
Me gustaba salir a hacer compras locas y saber que la chequera soportaba incólume los embates de mi despilfarro.
Me gustaba trepar en la coupé y correr hasta la casa quinta para acostarme al sol en la pileta y no pensar en nada hasta la noche. Me gustaba salir con gente divertida. Era una vida linda, me gustaba el oro y todo lo que con que podia conseguirse. Digo me gustaba, porque un día apareció ella, que no tenia quinta con pileta, ni coupé, ni nada de nada. Pero me gustó, y salimos juntos,
Ella sabe vivir. Me enseñó a conocer las tardes tranquilas, el olor de la madera y el pasto mojado.
Ella lee mucho y me enseñó a leer.
Y, aunque parezca mentira, ella me enseñó el verdadero sabor del oro. No le costó mucho trabajo hacerlo.
Lo puso en una copa y me dijo: "Tomala”
Fue bárbaro, de golpe las cosas fueron diferentes, esa copa brillaba y me hacía no sé qué...
Y era rica, muy rica.
... Era fuerte y suave como ella. Me sentía tan feliz, yo estaba tan feliz, yo estaba allí para aprender todo y ella estaba dispuesta a enseñarme. Le pedí otra copa y me la dio.
Y ya no pude olvidarme de Cinzano Oro. Ella lo sabe.. y a mí me gusta que lo sepa.

En el interior de ese mismo número 201 de Gente, que se vendía a 100 pesos en la Argentina y a 65 guaraníes en el Paraguay, apareció este Eternauta, el segundo, el que del viejo guión de Oesterheld sólo tomaba el hilo conductor, el esqueleto argumental, el que saltaba sobre el viejo, candoroso y encantador dibujo de Solano López (dibujante de la primera versión, en 1957) y se agigantaba, con Breccia, hacia una dimensión adulta y teñida de sabiduría.
Pero de la obra vamos a hablar dentro de un rato.
Vamos a seguir haciendo la crónica del medio que la publicaba.
En otro interior (el del país) esa semana de fines de mayo de 1969 estallaba el Cordobazo.

Segunda semana: gran éxito
Tres páginas por semana.
Esa era la medida para la historieta, dispuesta, originalmente, para durar un año, por lo menos.
Hay un editorial, en este número 202, que se titula:
Después de la violencia.
Un parrafito:
"Hay algo que parece evidente: los hechos no fueron el fruto de una improvisación. La humareda sólo permite atisbar hombres identificados con diversas ideologías, desde elementos de izquierda y peronistas combativos hasta elementos del clero. Detectar la médula del asunto pareciera interesar sólo en el aspecto sumarial. Lo que sí interesa es que la Revolución (se refiere al gobierno de Onganía) se preocupó por dar cabida en sus filas a hombres que representaban las dos corrientes ideológicas tradicionales de nuestra política y creó un paréntesis a la espera de que el tiempo nos trajera nuevas síntesis. El tiempo ya las ha traído. Tanto la Revolución como los dueños de los partidos políticos están frente a un hecho nuevo. Todo induce a pensar que la Revolución debe inaugurar su "tiempo político". sin que esto signifique un llamado a elecciones que sólo serviría para volver a fojas cero. La Revolución debe apelar a una política con "P" mayúscula, buscar un contenido que la diferencie, un estilo que vaya más allá de conjugar las viejas corrientes y que conforme una respuesta al nuevo estado de cosas. Nadie se va a dejar matar por El Chocón Cerros Colorados. "

Así terminaba el editorial: Nadie se va a dejar matar por El Chocón Cerros Colorados.

En este mismo número 202, se reportea a El lncreíble Baltiérrez, actual embajador, ex periodista y ex político, campechano, sencillo, viaja en colectivo y se reúne con sus amigos en una pizzería de Lanús, donde nació y vive. Es querido por todo el mundo.
Baltiérrez. Rodolfo Baltiérrez, sí.

La historieta, una isla diferenciada dentro del semanario, desarrolla el prólogo del relato: cuatro amigos juegan a! truco en una casa. La mujer del dueño, Juan Salvo, lee. La hija de 10 años dibuja. De pronto, un ruido. Se asoman a la ventana, sin abrirla. Y ven los copos, la nevada mortal, que mata todo lo que toca.

Más semanas en cartel
A la semana siguiente, tercera de la publicación de El Eternauta, el sátiro Mondragón ocupa un espacio generoso.
María Larreta (era modelo, entonces) llena cuatro páginas.
La muerte de Vandor, con gran despliegue fotográfico, ocho.
La visita de Rockefeller a Uruguay, cinco.
El príncipe informal, un divertido y locuaz heredero del trono inglés al que llaman confianzudamente Charlie, tres. Y con fotos que lo muestran cantando, cortejando niñas y dándole dolores de cabeza a su muy coronada mamá.
De los números en que la historieta va desarrollando su trama, desnudando su discurso, posicionándose como una obra madura y una reflexión activa, tomaremos algunos ejemplos de otros tramos de la revista.
Preguntas y respuestas a Rockefeller, por ejemplo.

¿Cuál es el estado actual, en su opinión, de América Latina?
Cada país es una cosa distinta. No hay un sólo país americano que se parezca al otro. Hay quizá problemas comunes, como por ejemplo el del comercio exterior, que
requiere soluciones similares. El Uruguay es un país con muy pocos habitantes, razón por la cual su consumo interno no es suficiente como para mantener la estructura económica y financiera de empresas y de los sectores de producción. Su única salida es un gran intercambio con los países vecinos, o sea salir de su estrecho mercado y ganar los mercados de otros países. Eso en rasgos generales. Pero no somos ingenuos y sabemos que todo eso implica muchos inconvenientes. Pues bien, de todo eso es que venimos a enteramos. Nosotros queremos ayudar, el presidente Nixon está muy preocupado con todo lo que pasa aquí.. Pero realmente es muy poco lo que sabemos. A partir de ahora estudiaremos con ustedes mismos los problemas comunes.
¿Qué prioridad es para los Estados Unidos, América Latina?
Está en igualdad con otros problemas norteamericanos. No es una cuestión de prioridades. Simplemente estamos preocupados y en mi país hay una democracia que de pronto estima que es más importante un problema que otro y su Congreso veta en contra de una ley de ayuda a vuestros países. Eso no podemos impedirlo, pues vivimos en una democracia, insisto. Pero si logramos que todos entiendan bien el problema, la solución y nuestra ayuda serán más claras y sencillas.

Y un editorial titulado: Que el ruido no nos aturda.

La destrucción arbitraria, la violencia callejera, el asesinato y el incendio gratuito se han instalado en las calles de nuestro país con una habitualidad casi diaria. La semana pasada no más esta acción guerrillera, con una metodología cronométrica, destruyó supermercados, puso bombas en bancos, oficinas públicas, casas de comercio, universidades, provocando daños enormes y causando víctimas inocentes de cualquier sexo, edad y ocupación.
Argentina, como hasta ayer le tocó a otros países del mundo y como mañana ocurrirá en los que siguen en la lista, entró en la agenda de la guerrilla destructiva internacional que a cualquier precio y con cualquier excusa pretende instalar sistemas de vida que, como muestran Rusia, Hungría, China, Checoslovaquia, Cuba, etc., tienen un trágico y común denominador: falta absoluta de libertad, sordidez, sojuzgamiento. Una sutil campaña de acción psicológica previa ha preparado el camino para que hechos que debieran ser repudiados sonoramente por toda la opinión sana sean aceptados hasta con compasión por ese mismo sector de la población. Los slogans publicitarios que esos "guerrilleros de ciudad" han creado, puesto en circulación, con gran habilidad, logran evidentemente sus objetivos.
"La necesidad de abrir el diálogo " "El capitalismo opresor" "la participación en todos los niveles", "modificar las estructuras tradicionales”, "la frustración de las clases humildes", son las frases más comunes y más escuchadas.
Y no hay duda de que estos slogans prenden en muchas mentes sin prejuicios, honestas e inquietas, puesto que hay a diario "mil casos" donde estos hechos se evidencian con nitidez. En la República Argentina y en casi todos los países del mundo (por no decir todos).
Desgraciadamente la candidez y la ingenuidad, la honestidad y la inquietud por lo social, atributos tan comunes en la gente sana y democrática no son cualidades habituales en los "guerrilleros de ciudad". Ellos claman por todas astas cosas cuando están fuera del gobierno, pero después, si llegan al poder, aceptan sólo las condiciones que les convienen.
Y el que no las acepta, muere.
De allí el riesgo que corre la mayoría de los argentinos: convertirse, por esa condición de observador no comprometido que lo distingue, en algo imperdonable: el idiota útil.
Además, el "guerrillero de ciudad" juega y especula con una actitud clásica del ciudadano: EL NO TE METAS.
Tal vez esta es la base de su estrategia.
Como le decíamos al comenzar este comentario, Argentina está siendo sacudida a diario por hechos de violencia inauditos, hechos que sobrepasan ya el marco de lo que pudimos calificar en un principio de descontento o típico estallido estudiantil. Y que revelan una arbitrariedad total, un odio profundo, un desprecio absoluto por el prójimo.
Y sin embargo: ¿cuál es la reacción de la "opinión pública sana"?
Pocas son las voces que condenan esos hechos, o se toman el trabajo de marcar y marcarse la diferencia entre reacción social espontánea y sincera y ESTRATEGIA COMUNISTA.
¿Es que esa "'opinión sana " de la Argentina está de acuerdo con todas estas cosas?
Hemos podido comprobar que no. A la gran mayoría le repugnó la quema de los supermercados, los desmanes en Córdoba, las bombas en bancos, en comercios de barrio, la guerrilla callejera, la destrucción de universidades, etcétera.
Y sin embargo: icon qué timidez se expresa la disconformidad!
iQué diferencia de actitud con los que juegan a la destrucción! Ellos, con motivos iguales o de menor trascendencia, ganan la calle, publican declaraciones; es decir, salen a mover la opinión pública con todas sus armas.
Ante el estado actual de cosas pensamos cada vez con mayor convicción que algo fundamental tiene que cambiar en el hombre y en la mujer que no quiere el comunismo en la Argentina.

Si es amigo de la libertad individual, de toda la doctrina que es esencia de vida para
el mundo occidental, esta "opinión sana" DEBE HACERSE OIR SIN DESMANES, SIN VIOLENCIA, PERO CON LA FUERZA Y LA CLARIDAD QUE ESTOS MOMENTOS REQUIEREN. Si no, todas las cosas fundamentales se perderán. Y entonces.. de faltar el diálogo, de padecer discriminación de algún tipo (o de todo tipo), de pretender la posibilidad de expresarnos libremente... PARA ARREPENTIRSE, SERA DEMASIADO TARDE.
Un nuevo aviso en colores de Cinzano Oro.
Título: El Oro es para pocos. No es democrático... pero es así.
Texto: "Mire, mhijo, eso de la igualdad está bien para la política, pero entienda de una buena vez que con igualdad no vamos a ningún lado. Si en esta estancia todos quisieran tener los mismos derechos.. en tres meses no nos quedaría ni una vaca para conserva”. El viejo era bárbaro. Un poco absoluto, pero genial. No falta quien diga qua durante su gobernación pasaron cosas desastrosas, pero siempre hay charlatanes para todo.
El sí que sabía vivir bien. No se perdió un sólo verano en Francia. En París o en el castillo de la prima en La Rochelle.
Me acuerdo siempre que decía: "Mirá, en este mundo sos lo que tenés. El oro lo inventó la Naturaleza para gastarlo.. y yo lo gasto".
La verdad qua lo gastó bien, porque a nosotros no nos llegó nada de lo que tenía el viejo. Aunque sería injusto con él si dijese que nada. Porque existen cosas, muy sutiles o inexplicables para los poco avisados, que se heredan aunque no se coticen. Estoy cada dia más convencido, El saber gastar el oro de nuestra familia hace que hoy uno sepa apreciar el verdadero valor de un Limoges. O la diferencia brutal que hay entre un Rolls y un "bote" americano.
Además, aunque ahora uno no tenga las hectáreas, abuelo, siempre sabrá dlstinguir la alfalfa del cardo. El día y la noche qua hay entre ciertos tragos "populares" y una brillante copa de oro.
Porque habrá cosas y cosas para tomar, pero Cinzano Oro no es para todos. Si fuera para todos, yo no tomaría Cinzano Oro.

A todo esto, en su diferenciado universo de tres páginas, El Eternauta desarrollaba sólidamente su propuesta:
La nieve cae. Las comunicaciones se han cortado. Uno de los amigos encerrados en la casa decide afrontar los copos mortíferos para tratar de regresar junto a su familia. Muere diciendo los nombres queridos: Susana, los chicos, Susana, los chicos...
Entonces, se escucha una transmisión de radio, que brota del aparato hasta ese momento muerto:
"...comandante en jefe provisional... nevada mortífera... vasta zona Latinoamérica despiadado ataque extraterrestre... traición inconcebible grandes potencias ... Sudamérica entregada al invasor para salvarse... lucharemos igual... por más solos que estemos y por terrible que haya sido el golpe inicial... lucharemos igual ... sobrevivientes deberán en la emergencia... sacrificio..."
Silencio.
Y después, resolución y lucha.
(mañana, la segunda parte)

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